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Hábitat. Aunque el hábitat es muy variado, en general puede decirse que las comunidades indígenas forman pequeñas aldeas, con frecuencia compuestas de un núcleo central, con una plaza donde se celebran mercados semanales y donde se hallan la iglesia, el centro administrativo y algunas tiendas. Es frecuente que habiten en ellas mestizos, y que haya un gran número de viviendas diseminadas en varios kilómetros alrededor. En función del lugar geográfico, las viviendas pueden ser simples chozas de ramajes y paja, o, como es habitual en Yucatán y en las tierras altas, de paredes de adobe y techo de paja, con sólo una habitación y una cocina. El mobiliario es casi inexistente: se utilizan para dormir esteras y hamacas.
Artesanía, vestido. La cerámica tradicional se sigue elaborando en muchos lugares, aunque cada vez se extiende más el empleo del torno, desconocido en la América precolombina. La cestería es muy utilizada, y abundan los objetos hechos de junco, palma, mimbre, etc., cuya gran aceptación ha estimulado la tendencia a la producción en serie semiindustrializada.
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