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Pueblos agricultores y pastores de los Andes meridionales. Separada geográficamente de los Andes centrales por una banda desértica, la zona templada del Chile central, de clima mediterráneo, estaba poblada por pueblos araucanos, que, procedentes probablemente de la vertiente oriental de los Andes, se habían establecido en la región a comienzos del siglo XIV. En el momento de la llegada de los conquistadores españoles había tres grupos principales: picunche, mapuche y huiliche, de lengua y cultura muy semejantes. Eran pueblos agricultores y pastores, cuyo desarrollo cultural estuvo muy influido por las grandes civilizaciones andinas, de las que, sin embargo, consiguieron mantenerse políticamente independientes.
El extremo noroeste de la Argentina actual estaba habitado por pueblos diaguita-calchaquíes, que poseían una cultura de caracteres andinos: practicaban el pastoreo de llamas y cultivaban una agricultura de irrigación, con frecuencia en terrazas. Su base de alimentación eran el maíz y la papa, o patata, y sus centros habitados aldeas fortificadas de piedra. Entre sus objetos cerámicos destacan las urnas funerarias.
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