COMPÁS MUSICAL

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Desde sus orígenes, las composiciones musicales implicaron nociones de medición de tiempo destinadas a regular la ejecución de las piezas. Nacieron así los conceptos de ritmo y compás. En un pentagrama, cada período comprendido entre dos barras verticales que acoge en su interior una serie de notas marcando el ritmo de una frase musical de la partitura se denomina compás musical; en cuanto a su duración, cada compás presenta idéntica duración que los demás, siempre y cuando se mantenga un mismo ritmo. Con el compás musical se obtienen los ritmos deseados de la melodía y se puede acentuar uno de ellos de forma que sea el predominante dentro de la composición. La evolución de la composición musical ha dado lugar a la diferenciación de distintos compases. Así, los binarios, como el 2/4, están formados por dos tiempos; los ternarios, como el 3/4 o el 6/8 constan de tres tiempos o de un múltiplo de tres, los compases compuestos presentan divisiones de diversa duración; el compás de espera marca el silencio señalado en la partitura; el compás mayor muestra un ritmo de una duración doble a la del compás menor. El concepto implica un sentido de la medida de las notas que integran una pieza musical y la noción que expresa tal medición consiste en "marcar el compás".