Agricultura - pág.13

Indice General | Enciclopedia de Agricultura, ganaderí­a,avicultura

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Factores que influyen en la agricultura. La práctica de la agricultura presenta unos límites naturales que son impuestos principalmente por el clima, el relieve y el tipo de suelo. Los fenómenos climáticos conforman un conjunto de factores muy diversos, entre los que se incluyen la temperatura, el régimen de precipitaciones y los vientos. En las áreas de la Tierra en las que las temperaturas son extremas, como ocurre en las regiones polares y circumpolares y en las zonas áridas y desérticas, las labores agrícolas no pueden llevarse a cabo. El relieve, por su parte, incide también de modo notable en el ámbito de la agricultura: las regiones escarpadas, localizadas en amplias extensiones de la corteza terrestre, no son aptas para el cultivo. Los suelos se encuentran condicionados por la estructura geológica del terreno, por el clima y por la acción de los seres vivos. Un suelo presenta distintas características, como son la composición química, el tamaño de las partículas que lo componen, medido por el diámetro de las mismas, y que sirve para clasificar un suelo como arenoso (2-0,02 mm), limoso (0,02-0,002 mm) o arcilloso (diámetro inferior a 0,002 mm), y la actividad biológica de los seres que lo pueblan. Todos estos factores determinan, entre otras cosas, la capacidad de drenaje de un suelo, o libre circulación del agua dentro de él sin que quede retenida y lo encharque, la aireación, el grado de acidez v la capacidad de movilización de los elementos minerales, de forma que puedan ser absorbidos por las raíces de las plantas. Los suelos arenosos son sueltos, no retienen el agua y disponen de una buena aireación; los limosos presentan una contextura más compacta, conservan el agua en mayor medida y tienen una aireación aceptable; los arcillosos, por fin, son muy compactos, se encharcan de inmediato y apenas disponen de aireación.