Metazoos - pág.2

Indice General | Enciclopedia de Zoología

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Con tres capas embrionarias ya -una externa o ectodermo, otra intermedia o mesodermo, y una interna o endodermo-, y por tanto triblásticos, se distinguen los asquelmintos (rotíferos, lombrices intestinales, etc.); éstos son gusanos cilíndricos seudocelomados, carentes de un verdadero celoma o cavidad general del cuerpo (la cual se caracteriza por estar tapizada por una capa de células), y que tienen en su lugar una falsa cavidad o seudocele. Forma también alargada y vermiforme, aunque con cuerpo plano, presentan los platelmintos (planarias y tenias, entre otros), gusanos acelomados, sin vestigio alguno de celoma ni de seudocele. El siguiente escalón de la escala evolutiva lo ocupan los anélidos, entre los que están los poliquetos marinos y las lombrices de tierra, dotados de celoma y con el cuerpo segmentado. En ellos se aprecian pequeños rudimentos de apéndices, las quetas, prolongaciones duras similares a espinas que utilizan como anclaje y punto de apoyo en sus desplazamientos. Es en los artrópodos, invertebrados celomados dotados de cutícula externa dura, donde surgen auténticos apéndices locomotores, integrados por varias piezas o artejos articulados entre sí: a este phyllum pertenecen, entre otros, los crustáceos e insectos. También celomados son los moluscos, algunos de cuyos representantes, como los pulpos, presentan un sistema nervioso muy desarrollado.