Cómo lograr el éxito - pág.21

El director le dijo a los tres maestros que debido a su excelencia habían sido elegidos como los tres mejores maestros de la escuela y a cada uno de ellos le iban a dar treinta alumnos de los más brillantes de la escuela identificados por prueba de IQ al final del último semestre; podrían enseñarle a estos estudiantes durante un año y los expertos estimaban que estos estudiantes subirían el logro escolar un promedio de veinte a treinta en el transcurso de ese año escolar. Una de las condiciones que se les dijo a los maestros, era de que no le debían decírselo a los estudiantes ni a sus padres. Debían seguir enseñando de la misma forma y las clases serían supervisadas para estar seguros de que enseñaban de la misma forma, pero con la diferencia de que les habían dado a treinta estudiantes brillantes ese año. Los maestros estaban encantados, emocionados, disfrutaban mucho, trabajaban duro con los estudiantes, invertían tiempo después de la escuela, se involucraron realmente mucho en la enseñanza y al final del año, oh! sorpresa, las tres clases iban a la cabeza no solo de la escuela, sino del todo el distrito en cuanto a logros académicos.
Al final del año, citaron a los maestros y les dijeron: Vaya!, tuvieron un buen año, si fue genial, los chicos eran brillantes, tenían ganas de aprender.