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Un joven ejecutivo, un abogado en el principio de su ejercicio profesional, un profesor de universidad, pueden ganar menos que la media de su clase profesional o social. Al contrario, un comerciante puede tener ingresos muy similares a numerosos miembros de la clase superior, sin que por esto pertenezca a ella. Esta situación comporta consecuencias importantes en lo que concierne a las modas en el consumo.
En efecto, el pertenecer a una cierta clase social obliga a gastar mucho más ("la nobleza obliga").
Todos los miembros de una clase social gastan sus ingresos, principalmente, en los atributos esenciales de su clase social, sobre todo en ese tipo de consumo que se exterioriza con más facilidad, queriéndolo o sin quererlo.
El consumo ostentoso puede servir a un miembro de una clase inferior para identificarse con la clase superior. La noción de "standing" corresponde a una idea de jerarquía social exteriorizada por el poder de compra. Esta idea es, corrientemente, utilizada en el sector inmobiliario.
Para un número importante de consumidores, el "standing" de vivienda corresponde menos a la calidad de la construcción o al número de metros cuadrados, los dos muy costosos, que a la presencia de ciertos detalles que son diferenciales: la moqueta, la grifería dorada, el mármol en la entrada...Para los que no pueden acceder al "standing" de la vivienda, el automóvil será un claro sustituto.
Teniendo en cuenta otros factores, una clase social puede estar determinada al mismo tiempo por un cierto nivel de ingresos y por una manera de comportarse.
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