|
Es la causa más frecuente de síndrome nefrótico en el niño (70-80%) en el intervalo de dos a seis años, y es el responsable del 20% en los casos de los adultos. Su etiología es, habitualmente, desconocida (idiopática), pero a veces es secundaria (enfermedad de Hodgkin, linfomas, tumores sólidos, drogas, etc.), y lo más característico son los edemas generalizados, oliguria, proteinuria de rango nefrótico y muy selectiva (mayor de 3,5 g en 24 horas en el adulto), hipoproteinemia con hipoalbuminemia e hipercolesterolemia. Las complicaciones principales son las infecciones, los cuadros tromboembólicos y la hipovolemia por extravasación líquida severa. La mayoría de los casos responden al tratamiento con corticoides (corticosensibles), en los casos idiopáticos o al tratamiento anticausal (p. ej., la suspensión del medicamento).
glomerulonefritis de novo
de novo glomerulonefritis
Nefrología
Presentación, tras el trasplante renal, de una glomerulonefritis, que no guarda relación alguna y es independiente del tipo de nefropatía causante de la insuficiencia renal. Difiere, por tanto, de la glomerulonefritis de recidiva (v.). La forma histológica más común es la glomerulonefritis membranosa y se relaciona con estímulos antigénicos del propio injerto renal. También se han descrito casos relacionados con el virus de la hepatitis B y C.
glomerulonefritis de recidiva
recurrent glomerulonefritis
Nefrología
Recurrencia de la glomerulonefritis original de los riñones propios (biopsia) en el riñón trasplantado. Se caracteriza por una disfunción del injerto, que cursa con proteinuria, hematuria y disminución del filtrado glomerular. Puede darse hasta en un 30% de los pacientes diagnosticados de glomerulonefritis, mediante biopsia de los riñones propios, pero solo en menos de un 2% conducirá al fracaso definitivo del injerto.
|