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Existen dos poblaciones linfocitarias principales, denominadas linfocitos T (v.) y linfocitos B (v.), que se distinguen no solo por aspectos morfológicos, sino también por la expresión en su membrana de moléculas de superficie específicas que poseen papeles precisos en la respuesta inmunitaria. Además, las células NK (v.), o células grandes granulares, comprenden un pequeño porcentaje de la población linfocitaria total.
linfocito B
B lymphocyte
Inmunología
Subpoblación de linfocitos generados en la médula ósea y cuya principal característica es la de ser las únicas células del organismo capaces de producir y liberar anticuerpos. De esta manera, son capaces de proporcionar defensa ante microorganismos, incluyendo bacterias y virus. Los linfocitos B se encuentran en las áreas foliculares de los ganglios linfáticos y en la sangre periférica, constituyendo cerca del 30% del total de los linfocitos circulantes. Son la base celular de la denominada inmunidad humoral, que se inicia por la interacción de los antígenos con un número pequeño de linfocitos B específicos para cada antígeno, que expresan en su membrana IgM e IgD. Esta interacción entre el antígeno y las inmunoglobulinas de membrana de los linfocitos B inicia una serie de respuestas que producen dos cambios fundamentales en ese clon de células B: la proliferación, que da lugar a la expansión del clon, y la diferenciación a células plasmáticas capaces de producir anticuerpos específicos frente a dicho antígeno.
linfocito T
T lymphocyte
Inmunología
Subpoblación de linfocitos (v.) generada en el timo a partir de precursores surgidos en la médula ósea, cuya principal función es la inmunidad mediada por células y la cooperación con los linfocitos B en la síntesis de anticuerpos dirigidos específicamente contra antígenos timodependientes.
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