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ej., trastorno obsesivo compulsivo, hipocondria y esquizofrenia). En otros casos, los términos se refieren al consumo compulsivo de una determinada sustancia o a trastornos mentales o del comportamiento debidos a su consumo. En todos los casos aparece el término manía como sufijo. Algunos ejemplos pertenecientes a estas acepciones de manía son los siguientes: aritmomanía (del griego arithmós, número) (aritmomania), compulsión de realizar operaciones aritméticas, p. ej., contar objetos o de ejecutar un número de veces ritualmente un acto determinado; bromomanía (del griego bromos, fétido) (bromomania), cuadro maniforme producido por el consumo de bromuros (ver bromismo); calomanía (del griego kalós, hermoso) (calomania), delirio consistente en creerse hermoso; cloralomanía (del griego chlorós, verde, y del árabe al-kuh´i, sutil) (chloralomania), alteración obsesiva producida por el consumo de cloral; cocainomanía (del aimará,kkoka) (cocainomania), alteración psíquica producida por el consumo de cocaína; cratomanía (del griego crátos, fuerte) (cratomania), delirio consistente en creerse poseedor de un gran poder o fuerza; cresomanía (de Creso, rey de Lidia, famoso por sus riquezas) (cresomania), delirio consistente en creerse poseedor de grandes riquezas; crisomanía (del griego chrysós, oro) (crisomania), inclinación morbosa a atesorar riquezas; cruomanía (del griego kroúo, golpear) (cruomania), compulsión de golpearse la cabeza; cubomanía (del griego cubós, juego) (cubomania), inclinación morbosa al juego; dacnomanía (del griego dákno, morder) (daknomania), compulsión de morderse; demonomanía (del griego daímon, demonio) (demonomania), delirio consistente en creerse el causante de actos delictivos que no ha cometido o delirio consistente en creerse poseído por un espíritu demoniaco; dipsomanía (del griego dípsa, sed) (dipsomania), compulsión al consumo de bebidas alcohólicas (ver enomanía, metomanía); drapetomanía (del griego drapétes, fugitivo), inclinación al vagabundeo (ver dromomanía, poriomanía); dromomanía (del griego drómos, carrera) (dromomania) inclinación a fugarse de su domicilio o al vagabundeo (ver drapetomanía, poriomanía); ecomanía (del griego oíkos, casa) (ecomania), inclinación a la agresividad en el medio familiar; egomanía (del griego ego, yo) (egomania), egoísmo morboso; enomanía (del griego oínos, vino) (enomania), tendencia al consumo compulsivo de bebidas alcohólicas (ver dipsomanía); estromanía (del griego oístros, tábano) (estromania), impulso sexual exagerado (ver ninfomanía, satiriasis); fagomanía (del griego phagein, comer) (phagomania), tendencia a la ingesta compulsiva de alimentos; faneromanía (del griego phanerós, visible) (phaneromania), preocupación morbosa por alguna parte del cuerpo o un defecto visible; fonomanía (del griego phónos, crimen) (phonomania), tendencia a cometer asesinatos (ver hemotimia); ginecomanía (del griego gyné, mujer) (gynecomania), apetencia exagerada por las mujeres (ver satiriasis); glosomanía (del griego glossa, lengua) (glosomania) preocupación hipocondriaca centrada en el aspecto de la lengua; grafomanía (del griego grápho, escribir) (graphomania), tendencia a escribir compulsivamente; hieromanía (del griego hierós, sagrado) (hieromania), delirio de contenido religioso; lipemanía (del griego l´ype, tristeza) (lypemania), melancolía extrema; megalomanía (del griego mégas, grande) (megalomania), afán morboso de grandeza, delirio de grandeza; metomanía (del griego méthe, embriaguez) (methemania), tendencia a la ingesta de bebidas alcohólicas hasta llegar a la embriaguez.
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