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Pueblos de las praderas. La región de las praderas es una enorme extensión casi llana que se extiende desde el Mississippi, al este, hasta las montañas Rocallosas o Rocosas, al oeste, y desde la actual frontera de Canadá, aproximadamente, por el norte, hasta Texas, por el sur. Los pueblos que la habitaron eran de una gran heterogeneidad lingüística -la lengua comanche pertenecía a la familia uto-azteca mesoamericana-, pese a los frecuentes contactos existentes entre ellos debido a la homogeneidad del medio natural. Unos eran sedentarios, como los mandán, y otros nómadas, como los dakota -siux o sioux- y los kiowa. Los pueblos sedentarios practicaban una agricultura basada en el maíz, la calabaza, el guisante y el tabaco, que los hombres alternaban con la caza.
A partir de la introducción del caballo, en los siglos XVII-XVIII, fue posible la caza del bisonte en grandes cantidades, y tuvo lugar un fenómeno de readaptación de algunos pueblos a un nomadismo de gran movilidad. Así, durante siglo y medio se desarrolló en las praderas una cultura adaptada en todos sus aspectos -creencias, ceremonias, útiles, instrumentos de caza, vivienda- al caballo y a la caza del bisonte. La guerra tenía gran importancia entre estas tribus, cuyos jefes solían ser antiguos guerreros de probado valor.
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