|
El pueblo maya. A lo largo del período clásico se desarrolló en Mesoamérica la más original y refinada de sus civilizaciones, así como una de las que mayores misterios encierra aún. Su área geográfica comprendía, en un principio, la meseta de Guatemala, y se extendió, más tarde, a la meseta de Chiapas y la península de Yucatán.
En su origen, el pueblo maya no constituía una civilización urbana. Su modo fundamental de subsistencia consistía en la agricultura de roza en pequeñas parcelas de tierra aisladas, que en dos o tres cosechas quedaban esquilmadas, imponiéndose una rotación de tierras. No eran unas circunstancias económicas propicias a la creación de grandes centros urbanos, pero éstos surgieron, sin embargo, alrededor de los templos ceremoniales, edificados sobre montículos. Quizá el sistema de cultivo, que agotaba la tierra, fuera el causante de la súbita desaparición de las ciudades, que tras abandonarse sin motivo aparente, se recubrían cuidadosamente de tierra y eran reedificadas en otro lugar.
|