Columna

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Empleada en la antigüedad con fines tanto sustentantes como decorativos, la columna se utilizaría después fundamentalmente para la segunda de esas funciones. La columna es un elemento vertical, estilizado y de carácter sustentante, formado generalmente por tres elementos: basa, fuste y capitel. El fuste, casi siempre cilíndrico, es lo que se entiende por lo general como columna; la basa es la parte en contacto con el suelo, que suele ser más ancha que el fuste; y el capitel es el elemento superior, decorado la mayoría de las veces, sobre el que se apoyan los elementos superiores de un edificio. Las primeras columnas eran troncos de árboles que sostenían las techumbres de las edificaciones primitivas. Parece ser que fue en Egipto donde, por vez primera, se construyeron en piedra, con un aspecto monolítico y capiteles decorados mediante motivos vegetales. En Persia se creó un modelo de columna original, con fuste acanalado y capitel con torsos de toros contrapuestos, y en Creta se empleó la famosa columna minoica, cuyo fuste era más ancho en su parte superior.