Arte Gótico - pág.5

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Los largos conflictos bélicos del siglo XIV impidieron la iniciación de grandes proyectos, y la actividad arquitectónica de esa época se limitó a concluir las obras ya iniciadas. En el siglo XV, la arquitectura alcanzó un estilo exuberante, denominado gótico flamígero, que se caracterizó por una excesiva decoración, la aparición de nuevos tipos de arcos (conopial, carpanel, escarzano), la simplificación de los soportes y la complicación de los nervios de las bóvedas. Algunos de sus mejores ejemplos fueron el palacio de la orden de Cluny, en París, y la iglesia de la Madeleine de Troyes. Islas británicas. El estilo gótico de las islas británicas tuvo un desarrollo muy distinto al del resto de Europa. Aunque las bóvedas de ojivas ya se conocían en el románico, como lo atestigua la catedral de Durham, hasta finales del XII no se desarrolló una primera arquitectura gótica, conocida como early English. A pesar de las influencias francesas, este estilo acabó por desarrollar unas formas propias, en especial el tipo de fachada a modo de pantalla, que no correspondía con el espacio interior. Sus mejores ejemplos pueden encontrarse en la cabecera de la catedral de Canterbury, de fines del XII, y más tarde en catedrales como las de Worcester y Lincoln. Más fiel al estilo francés fue la abadía de Westminster, iniciada a mediados del XIII.