Grabado - pág.8

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El aguafuerte también parte de una matriz metálica, que en este caso aparece cubierta por un barniz. El punzón, al trazar el dibujo, va retirando el barniz y deja al descubierto el metal, que es después atacado por ácido (nítrico o clorhídrico). Según el tiempo del baño y la espesura de la capa de barniz se logran distintas intensidades. La tinta se aplica sobre la matriz ya expuesta a la acción del ácido, una vez retirado todo el barniz. El grabado a la aguatinta, descubierto en el siglo XVIII, puede relacionarse con el aguafuerte. Consiste en la aplicación de una capa de granulado fino (polvo de betún, resina y sal), llamada colofina, que se deposita sobre la plancha y se adhiere a ella mediante calor. El ataque del ácido se produce en manchas más o menos uniformes. Los artistas han utilizado también la punta seca, método que consiste en practicar directamente las incisiones sobre el metal con un punzón de punta de acero o diamante. El efecto propio de esta técnica es algo irregular, con un trazo espontáneo y enérgico, identificable por pequeñas irregularidades que aparecen en las líneas, producto de las limaduras del metal al trazar el dibujo. Este método de grabado no permite tiradas grandes, ya que los surcos tienden a cerrarse con la presión a la que se los somete en el proceso de estampación.