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Herramientas de pulido En muchas ocasiones, las superficies metálicas no presentan el pulido deseado, contienen rebabas (rebordes toscos formados al prensar cuando el metal se fuerza entre las estampas) o es necesario rebajarlas de material para que puedan ser utilizadas. Por ello es necesario disponer en el taller de limas, escofinas o limas bastas, y fresas adecuadas capaces de desgastar el material con el que se trabaje. Las limas y escofinas son herramientas de mano en cuya hoja se practican incisiones para favorecer el pulimento, mientras que las fresas son discos o cilindros de un material duro (en general, acero) en cuya cara externa se forman cuchillas mediante incisiones o muescas. Por lo general, las limas también se fabrican con acero templado, de dureza superior a la mayoría de los materiales, aunque presentan como inconveniente ser de mayor fragilidad que el resto de las piezas de acero. En las limas se distinguen tres partes, que son la punta, el cuerpo y la espiga en la que se introduce el mango. Pueden ser de varias formas, para poder adaptarse a la superficie que se va a pulir. Las más comunes son las planas, las triangulares y las de media caña o semicirculares, aunque para perforar también se emplean redondas y cuadradas.