Arte Romántico - pág.4

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El arco más utilizado era el semicircular, llamado de medio punto, muchas veces decorado con molduras. Las bóvedas solían ser de medio cañón, con arcos fajones, y de arista, formada por el cruce de dos bóvedas de cañón. Las cúpulas se situaban en la unión de la nave central con la nave transversal o transepto, en lo que se denomina crucero. Algunas iglesias, por influencia bizantina, poseían varias cúpulas, como las catedrales de Angulema y Puy, en Francia. Las portadas exteriores de los templos concentraban gran parte de la decoración. Las fachadas de los pies y del transepto se decoraban con portadas de forma abocinada, a base de diversos arcos concéntricos sobre columnillas. Flanqueaban la fachada torres y campanarios. En el primer románico, llamado lombardo por proceder de esa región italiana, se decoraba el muro exterior a base de pequeñas arquerías ciegas y bandas o pilastras planas verticales, como en San Clemente de Tahull y el monasterio de Ripoll, en Cataluña.