Romanticismo - pág.9

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En España, el romanticismo pictórico estuvo representado por Federico Madrazo, con sus cuadros de historia y sus retratos, Antonio María Esquivel y los costumbristas, de gran influjo goyesco, Leonardo Alenza, Eugenio Lucas y Valeriano Bécquer, así como el paisajista Jenaro Pérez Villaamil. Dentro de la pintura americana, el romanticismo logró su mejor testimonio en los estadounidenses Thomas Cole y Frederic Edwin Church, el argentino Prilidiano Pueyrredón, el mexicano José María Velasco y el brasileño Joao Batista da Costa, todos paisajistas. La música vivió una época de gran esplendor basado en el culto de la expresión emocional dei individuo. Ludwig van Beethoven constituyó en este sentido el nexo entre la música llamada clásica y la romántica, anunciando ya muchos de los rasgos que caracterizarían el romanticismo musical, cuyas fuentes de inspiración fueron la naturaleza, la literatura y los hechos históricos. Los compositores dejaron de trabajar por encargo de la iglesia o de príncipes y entraron a formar parte de los círculos literarios urbanos, ofreciendo su obra a grandes sectores de la población burguesa. Las obras de Franz Schubert, Robert Schumann y Felix Mendelssohn pusieron énfasis en la canción (lieder) y en la música pianística, asimismo enriquecida por Franz Liszt y Frédéric Chopin. Por su parte, Hector Berlioz desplegó a gran escala el sinfonismo orquestal, desarrollando el "color" sonoro. La ópera floreció con especial fuerza en el concepto de Gesamtkunstwerke, obra de arte total del alemán Richard Wagner, cuyo ideal de ópera heroica, épica y alemana se encarnaba en la unión total de música, poesía y pintura. Contemporáneo de Wagner, el italiano Giuseppe Verdi desarrolló un nuevo concepto de ópera dentro de la tradición italiana, como un conjunto integrado que llevó al drama romántico a cotas brillantes de imaginación melódica y fuerza expresiva.