Alcachofa

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El término de origen hispanoárabe alcachofa se emplea para denominar una de las hortalizas más apreciadas, ya conocida y estimada por los griegos y los romanos. La alcachofa (Cynara scolymus) es una planta vivaz y, por consiguiente, su ciclo vital supera los dos años de duración. Forma parte de la familia de las compuestas, a la que también pertenecen, entre otros, los cardos, los girasoles y las margaritas. Crece en matas de gran tamaño, con un tallo que puede sobrepasar un metro de altura, y presenta hojas de color gris verdoso, surcadas por profundas hendiduras. Las flores se disponen formando capítulos o cabezuelas: tales agrupamientos están formados por una base circular sobre la que se sitúan, muy próximas entre sí, las piezas florales. Los capítulos jóvenes constituyen, junto con las hojas carnosas que los envuelven, la parte comestible de la planta. Dichas hojas se acumulan unas sobre otras formando una masa compacta de aspecto similar al de una piña; el conjunto puede tener hasta diez centímetros de diámetro. Las alcachofas, de delicado sabor, se pueden preparar guisadas, fritas, con diversas salsas y también en conserva.