Tomate

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La procedencia tropical del tomate lo hace sensible a los cambios de temperatura y requiere su cultivo en lugares cálidos o protegidos. Existen incluso ciertas variedades de tomates enanos que crecen en los terrenos volcánicos y aparentemente estériles de algunas de las islas del archipiélago canario, al abrigo del calor geológico despedido desde el interior de la Tierra. El tomate -jitomate en México- es cualquiera de los frutos de las numerosas variedades cultivadas de la familia de las solanáceas, pertenecientes a la especie Lycopersicon esculentum. Una variedad destacable es el tomate común diminuto denominado Lycopersicon pimpinelli folium. Las plantas del tomate poseen generalmente múltiples ramas, que alcanzan de 60 a 180 centímetros y se reclinan hacia el suelo vencidas por el peso del fruto. Escasas variedades, sin embargo, crecen de forma compacta y en dirección vertical. Las hojas, dotadas de una pelusa en densidad variable, se caracterizan por su fuerte olor y su tamaño relativamente grande. En el extremo de las ramas aparecen unas flores amarillas, pendientes, y arracimadas que fructifican en tomates de colores rojo, escarlata o amarillo cuyo diámetro medio oscila entre uno y ocho centímetros.