Teoría de la Clasificación - pág.2

-. Más amplia es la clasificación de los seres en objetos y componentes, que llevaría a distinguir el árbol de las ramas. La tercera organización más comúnmente utilizada propugna el establecimiento de una distinción entre diferentes clases de objetos agrupándolos en conjuntos y familias afines. Según el ejemplo, consistiría en completar las clases de árboles en función de su origen, su forma, su pauta de reproducción y demás rasgos morfológicos y fisiológicos. En este último supuesto, el principal problema que se presenta a la hora de concretar las clasificaciones es la elección de los criterios básicos, que vienen determinados en gran medida por los objetos estudiados. Como resultado, puede hablarse de clasificaciones esenciales y empíricas, según se realicen a partir de hipótesis o de comportamientos reales, y también de esquemas naturales y artificiales, en función de que tengan en cuenta los principios físicos de los seres o se elijan sobre caracteres arbitrarios.
La distinción entre objetos tangibles e intangibles ya desempeñó un papel determinante en las primeras filosofías estructuradas. Los objetos reales se clasifican de acuerdo con su pertenencia o no a ciertos grupos conformados por una serie de propiedades comunes, y las abstracciones u objetos ideales que conllevan sus propias reglas de organización suelen emplearse en trabajos de lógica, matemática, física o metafísica (las partículas de Newton, el álgebra, los seres de culto religioso, etc.