Mauro, Humberto

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Considerado como el padre del cine brasileño, Humberto Mauro, que en una ocasión declaró no haber abierto nunca un libro de cine para estudiar, ejerció una clara influencia en las sucesivas generaciones de directores de su país. Humberto Duarte Mauro nació en Volta Grande, Minas Gerais, Brasil, el 30 de abril de 1897. Se trasladó en su juventud a Cataguases, donde comenzó a trabajar en el teatro y a dirigir algunos cortos y largometrajes. Entre sus primeras películas destacan Valadão o cratera (1925), filmada en 9,5 mm con una cámara Pathé Baby, Na primavera da vida (1926), Tesouro perdido (1927), Brasa dormida (1928) y Sangue mineiro (1929). En toda esta obra, que se conoce en la historia del cine brasileño como el "ciclo de Cataguases", Mauro fue productor, guionista y director al mismo tiempo. En Tesouro perdido trabajó también como actor. En 1930 se trasladó a Río de Janeiro, llamado por Ademar Gonzaga, que por aquel entonces estaba construyendo el primer estudio de Cinédia. De esta época son Lábios sem beijos (1930), Ganga bruta (1932-1933) y A voz do carnaval.