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Indice General | Enciclopedia de Comunicación

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En el occidente europeo, de cualquier forma, la tarea de la iglesia fue determinante. Así, la orden benedictina se impuso la conservación de la cultura mediante su reproducción y estudio, sin olvidar en ningún caso la transmisión por medio de los copistas de obras de carácter tanto literario como filosófico o religioso. De la escritura capital griega y romana se pasó a la cursiva, se desarrollaron abreviaturas y contracciones que hacían más rápida la tarea del copista, y la iluminación -ornamentación- del texto de los códices se convirtió en un arte mayor. También las encuadernaciones adquirieron complejidad y riqueza. La aparición de las primeras universidades, independientes de la tarea educadora de los monasterios, difundió el libro fuera del ámbito eclesiástico, y el comercio librero renació. El uso creciente del papel durante el siglo XIII contribuyó a la difusión del libro. Renacimiento Las nuevas condiciones sociales del Renacimiento hicieron que tanto la pujante burguesía comercial como la nobleza mostraran nuevo interés por la cultura y el libro. Se formaron así grandes bibliotecas privadas y reales, que reunían obras ya no sólo en latín sino en las lenguas nacionales.