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Las excavaciones realizadas en la ciudad de Ur, en Mesopotamia, sacaron a la luz piezas y primitivos tableros pertenecientes a diversos tipos de juegos y datados en el tercer milenio antes de la era cristiana.
Griegos y romanos emplearon, asimismo, gran variedad de juegos de mesa, si bien el más popular fue el de los dados, que predominó asimismo en la edad media europea. A fines de ésta, no obstante, los juegos comenzaron a adquirir una mayor diversidad. Se difundieron por entonces el ajedrez, probablemente de origen indio e introducido en occidente por los árabes, y los naipes, considerados una creación china. El Libro de ajedrez, dados y tablas, compilado por el rey castellano Alfonso X el Sabio en 1283, revela el interés existente ya en la época por todo este tipo de juegos.
Muchos de los juegos que posteriormente adquirieron popularidad universal son también de procedencia oriental, como por ejemplo el parchís, auténtico juego nacional indio. Una variedad del dominó se practicaba ya en China en el siglo XII, si bien no es seguro que su forma actual, elaborada en Francia en el siglo XVIII, derivara de la anterior.
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