Asilo, derecho de

Indice General | Enciclopedia de Derechos y seguridad pública

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Aun cuando su concepción ha variado a lo largo de la historia, la práctica del derecho de asilo se ha sustentado siempre sobre razones de índole fundamentalmente humanitaria. Desarrollo histórico El término asilo procede del griego asylon, con el que se hacía referencia a un lugar sagrado en el que los perseguidos podían hallar refugio; la antigüedad de esta institución se evidencia en las numerosas alusiones a ella que aparecen en la mitología helénica. Así, por respeto a la tradición, se concedió a determinados templos el derecho de acoger a cualquier persona, aunque estuviera reclamada por la justicia, considerándose sacrilegio el que se la obligara a salir por la fuerza. En Roma esta práctica se mantuvo dentro de notables restricciones; sin embargo, fue usual la costumbre de refugiarse junto a la estatua del emperador, aunque legalmente ello no garantizaba impunidad alguna. La Iglesia Católica recogió la noción de derecho de asilo religioso, en parte por razones humanitarias y también como instrumento político del papado frente a los soberanos. La práctica de este asilo, sin embargo, se vio cada vez más restringida a partir de la instauración de las monarquías absolutas, y, aunque el derecho canónico no lo ha derogado formalmente, en el siglo XIX perdió prácticamente toda vigencia.