Averroes

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El papel fundamental desempeñado por Averroes en la transmisión del pensamiento aristotélico a la Europa medieval sería paradójicamente la causa de que sus propias e innovadoras concepciones fueran largo tiempo malinterpretadas por los filósofos occidentales. Abú al-Walid Mohamed ibn Rushd, conocido como Averroes por los latinos, nació en Córdoba, en la España musulmana, en 1126. Hijo y nieto de renombrados juristas, recibió una esmerada educación que abarcó la medicina, las leyes musulmanas y la filosofía. A lo largo de su vida compaginó la actividad política y jurídica con una fértil labor filosófica, que no se limitó a sus comentarios a Aristóteles -que le valdrían el sobrenombre de "el Comentador"- y a la República de Platón, sino también a tratados propios, como el influyente La destrucción de la destrucción, en el que defendía la posibilidad de interpretar los dogmas islámicos por medio de la razón. La teoría del conocimiento de Averroes se basa en la unidad formal irreductible del pensamiento. La sabiduría humana o filosófica y la sabiduría religiosa son una misma realidad, si bien el pensamiento debe aplicarse a dos niveles diferentes, el teológico y el filosófico, que llegarán al mismo fin; la teoría de la doble verdad que se le atribuye -una para la filosofía y otra para la teología- fue, pues, un error de los averroístas latinos.