Enciclopedia de Filosofía
|
Aristóteles - pág.6
Indice General
|
Enciclopedia de Filosofía
Página 6 de 7
|
Esta causa de todas las causas no es otra que el propio primer motor, acto puro, pensamiento que se contempla a sí mismo, y hacia el cual tiende, en un "anhelo" de su perfección, el universo todo, formado por una serie de esferas concéntricas rodeadas por el Ser Supremo. De esta forma, Aristóteles alcanza su objetivo de lograr una concepción armónica y estructurada de la realidad, aunque ha de recurrir para ello a un elemento evidentemente ajeno a su sistema, ese "anhelo" o "deseo" que justifica el devenir y que posee evidentes reminiscencias platónicas.
El hombre. De acuerdo con su sistema jerárquico, Aristóteles considera al hombre como el más elevado de los seres orgánicos, único que posee, además del alma vegetativa y sensitiva propias de vegetales y animales, alma racional. Ahora bien, en un difícil pasaje de Sobre el alma se afirma que esta alma, o intelecto, posee dos componentes: uno pasivo, corruptible, y otro activo, el intelecto agente, definido por Aristóteles como "cierta luz" que permite pasar de la potencia al acto del conocimiento.
La oscuridad de esta doctrina ha provocado interpretaciones muy diversas, pues Aristóteles define el intelecto agente como siempre en acto, inmortal y eterno, por lo que en cierto modo parece participar de la naturaleza del intelecto supremo, o Nous.
|
< Anterior
|
Siguiente >
<<<
1
2
3
4
5
6
7
>>>
|
|
|
|