Escepticismo - pág.3

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Como polemista demostró que algunas entidades naturales son indiscernibles, y que no hay nada que sea indiscutiblemente evidente. Ello, sin embargo, no quiere decir que no haya acciones rectas, sino sólo que no podemos justificarlas respecto a una realidad desconocida. Ni Arcesilao ni Carnéades de Cirene, el último de los escolarcas de la Academia, escribieron ninguna obra, aunque su impacto como polemistas y oradores fue considerable. Carnéades, que viajó a Roma a mediados del siglo II a C., despertó gran expectación con sus discursos y conferencias, hasta el punto de que Catón el Viejo procuró que abandonara rápidamente Roma para evitar su peligrosa crítica demoledora de todos los principios morales tradicionales. Sexto Empírico, que vivió entre los siglos II y III de la era cristiana, fue uno de los últimos escépticos y constituye, mediante sus obras, la mejor fuente para el conocimiento de las doctrinas escépticas. Sexto accedió al escepticismo desde su formación médica, profesión en la que las posturas escépticas estaban ampliamente difundidas. No obstante, Sexto fue más un compilador que un pensador original. En la edad media, el escepticismo sobrevivió en los estudios teológicos de santo Tomás y de diversos filósofos islámicos, afirmándose en ambos casos la posibilidad del conocimiento de las verdades religiosas por medio de la fe.