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El continente americano cuenta con una excepcional abundancia de fuentes de energía y recursos mineros. El enorme potencial hidroeléctrico de los ríos del continente se explota de forma creciente en Norteamérica y, en menor medida, en Sudamérica, donde Brasil, Colombia, Bolivia, Argentina y Chile han comenzado a aprovechar los importantes caudales de la región andina y las grandes cuencas de la vertiente atlántica. América produce una gran parte del petróleo mundial, principalmente en las reservas estadounidenses y, en menor medida, en México, Venezuela, Colombia, Argentina, Brasil, Perú y Ecuador. El gas natural, muy abundante, se localiza principalmente en Canadá, Estados Unidos, México, Venezuela, Perú y Argentina. Asimismo existen grandes yacimientos de carbón mineral, principalmente hulla, en los Estados Unidos, y reservas secundarias en Canadá, México, Colombia, Chile, Brasil y Argentina.
Los principales recursos minerales de América son el zinc, con numerosos centros productores en Canadá, el cobre, el plomo, el hierro y el estaño; los principales productores son Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Bolivia y Argentina. México destaca por sus reservas de plata, Brasil y Perú por su producción de hierro, Chile por el cobre y Bolivia por el estaño.
La abundancia de materias primas y recursos mineros y energéticos, y la presión de un vasto mercado interior han favorecido el intenso desarrollo industrial de los Estados Unidos.
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