CUBA - pág.26

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Tradicionalmente, casi todas las manifestaciones artísticas de cualquier índole estaban limitadas a lo que pequeñas minorías y elites realizasen en la ciudad de la Habana, siempre muy influidas por algún viaje al exterior de la isla. A partir de la revolución, el gobierno ha tratado de difundir la cultura por las provincias, así como de dotarla de una personalidad nacionalista, instrumentalizándola en muchas ocasiones como vía de propaganda para la revolución, tanto en el interior como en el exterior del país. Literatura. En la historia de las letras cubanas brillan con luz propia los nombres de muchos hombres y varias mujeres cuyos estilos se encuadran dentro de las sucesivas generaciones literarias, aunque con algún desfase temporal. El primer autor cubano, aunque de procedencia canaria, fue Silvestre de Balboa, que escribió Espejo de paciencia a principios del siglo XVII. El cronista Ambrosio de Zayas Bazán publicó en 1725 la obra histórica Descripción de la ciudad de la Habana o isla de Cuba, que es un estudio profundo de la vida caribeña durante la colonización española. En 1764 se editó el primer periódico, la Gaceta de la Habana, que ejerció desde su aparición una gran influencia sobre la colonia y contribuyó a forjar el carácter nacionalista de su población. José Julián Parreño (1728-1785) publicó su famosa Carta a los señores habaneros sobre el buen trato de los esclavos, en donde además de expresarse consideraciones éticas y morales, se establecían las reglas deseables para que las relaciones laborales fuesen productivas para el amo.