CLIMA Y CLIMATOLOGÍA

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Los estudios climatológicos, aun manteniendo un aspecto teórico que los identifica con otras disciplinas científicas, presentan un esencial componente práctico, orientado hacia la aplicación en campos tan dispares como el establecimiento de rutas aéreas y marítimas, los análisis agronómicos o las previsiones de producción de energía hidroeléctrica. El clima se define como un estado atmosférico cuyas características, en contacto con las masas continentales u oceánicas, determinan el desarrollo de fenómenos tales como la aridez, la humedad o las precipitaciones. El estado climático de una región queda tipificado por una serie de variables, entre las cuales las de mayor interés a efectos de estudio analítico son la temperatura, la humedad, la presión atmosférica, la dirección y velocidad de los vientos, el índice de precipitaciones y la diferenciación de sus tipos (lluvia, nieve o hielo). También han de tenerse en cuenta magnitudes tales como la nubosidad, las horas de insolación en las diferentes épocas del año, la cantidad de tormentas y la abundancia de nieblas o heladas. Como quiera que todos estos elementos varían tanto anualmente como a más largo plazo, se requiere estudiar tales variaciones, que constituyen en sí mismas el núcleo de registros que han de valorarse para obtener un mejor conocimiento del clima y, a la vez el objeto de análisis de la disciplina científica denominada climatología.