KURDISTÁN

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Diversos estados del cercano oriente se reparten el territorio de la región etnográfica del Kurdistán. Los kurdos, habitantes del país, constituyen un grupo humano con características propias y con una lengua propia perteneciente al grupo iranio occidental de la familia indoeuropea. Los kurdos están repartidos por el noroeste de Irán, el este de Turquía, el norte de Irak y parte de la Siria septentrional y de Armenia. Sin embargo, sólo un sector de Irak puede denominarse propiamente Kurdistán desde un punto de vista político, ya que el estado iraquí es el único que, desde 1974, reconoce la existencia de una región autónoma kurda. El Kurdistán iraquí abarca las gobernaciones de al-Sulaymaniya, Dahuk e Irbil y tiene una superficie de 36.347 km2. Se trata de una región de montañas y mesetas cubiertas de bosques, con marcado clima continental y vegetación de tipo estepario. En las zonas desbastadas se practica la ganadería, aunque se dan también algunos cultivos de cereales. En las regiones más altas son numerosos los rebaños de cabras y ovejas. Los cursos superiores de los ríos Éufrates y Tigris recorren el Kurdistán, otras vías acuáticas de su término desembocan en los lagos Van y Urmia. En las montañas kurdas se levanta el monte Ararat, de 5.156 m de altura. Los kurdos comprenden aproximadamente la quinta parte de la población de Irak; son musulmanes sunníes cuya historia se remonta a los orígenes de Mesopotamia.