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485 km2-, el Tangañica, con 1.433 m de profundidad, y el Niasa.
Flora y fauna. La distribución climática del continente africano determina directamente la configuración de sus zonas de vegetación y fauna. La selva ecuatorial, frondosa y exuberante, alberga numerosas especies de aves, simios -chimpancés y gorilas-, reptiles, anfibios e insectos. En las zonas tropicales se extiende la sabana, paisaje de vegetación herbosa, con árboles de hoja caduca (baobab, sicomoro) aislados o en agrupaciones boscosas; en las sabanas abundan los grandes mamíferos herbívoros (elefantes, rinocerontes, hipopótamos, jirafas, búfalos, antílopes, gacelas) y los animales carnívoros (leones, leopardos, hienas, chacales). Las grandes zonas desérticas del Sahara y el Kalahari presentan una vegetación muy escasa, de plantas espinosas, excepto en los oasis, donde crecen formaciones de palmeras; insectos, reptiles, roedores y algunos mamíferos grandes, como los chacales, constituyen la fauna adaptada a estas regiones. En las zonas mediterráneas crece el típico bosque bajo, combinado con maquis y garrigas y reductos de pinares y robledos, donde habitan numerosas especies animales de clima templado: liebres, cabras, zorros, rapaces, palomas, perdices, reptiles, etc.
Población
África es un continente relativamente poco poblado, pues su densidad demográfica es aproximadamente de 17 habitantes por km2, la menor del mundo después de la de Oceanía. Las zonas desérticas, las montañas del África oriental y el litoral sudoccidental son regiones prácticamente deshabitadas, mientras que las costas mediterráneas y del golfo de Guinea, las mesetas orientales y los litorales del sur y el sudeste del continente albergan las mayores concentraciones humanas, con densidades que casi nunca superan, sin embargo, los 100 habitantes por km2.
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