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En las regiones subtropicales del nordeste abundan los monos (carayá, cay). La comadreja, el peludo, el tapir, el oso hormiguero, el armadillo, la alpaca, la vicuna, la llama, el guanaco y varios tipos de ciervos, como el huamul, son también muy característicos de la fauna argentina.
Población
Dos son las características fundamentales de la demografía argentina. En primer lugar, el predominio casi absoluto de descendientes de europeos, es decir, la existencia de una población mayoritariamente blanca, lo que contrasta con la composición demográfica de la mayor parte de los países sudamericanos. En segundo lugar, la enorme desigualdad en la distribución de la población, que se concentra en las grandes ciudades situadas en el litoral y en las zonas templadas y fértiles del interior.
A la llegada de los colonizadores españoles, el país estaba poco habitado. La agricultura sólo era practicada por algunos grupos indígenas influidos por la civilización inca, como los diaguitas, los araucanos y los guaraníes, los cuales se hallaban asentados en áreas reducidas de las sierras pampeanas y precordilleras y en los valles del Paraná y el Paraguay. La falta de población agrícola autóctona en la Pampa y en las costas, la lucha contra las belicosas tribus cazadoras y la escasa afluencia de inmigrantes durante la época colonial mantuvieron el crecimiento demográfico en niveles relativamente bajos.
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