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En el extremo septentrional el continente americano limita con el océano Glacial Ártico; el estrecho de Bering, al noroeste, lo separa de Asia (85 km en el punto más cercano), mientras que la isla de Groenlandia, la más grande del mundo, constituye el límite de Norteamérica en el extremo nororiental. Los oceános Atlántico y Pacífico separan al Nuevo Mundo por el este y el oeste, respectivamente, del resto de las tierras emergidas.
Las más recortadas son las costas del Ártico, con grandes bahías (Hudson, Baffin) y numerosas islas (Groenlandia, Banks, Victoria, Melville, Sverdrup, Ellesmere, Devon, Tierra de Baffin, etc.), cabos (Lisburne, Icy, Barrow, Príncipe Alfredo, Columbia, Chidley) y penínsulas (Boothia, Melville, Ungava y Labrador). El litoral pacífico del continente, aislado del interior por una línea continua de cordilleras que se extiende desde el extremo norte al sur, es alto y recto, excepto en las zonas de Canadá (islas de Alejandro, Reina Carlota, Vancouver) y la Patagonia (archipiélago de los Chonos, islas de Chiloé, Wellington, Santa Inés), donde se aprecia la huella de la erosión glaciar; otros accidentes costeros son las penínsulas de Alaska, California y Taitao; los golfos de Alaska, California, Panamá, Guayaquil y Corcovado, y los cabos de Mendocino, San Lucas, Corrientes, Punta Pariñas, Punta Aguja y Punta Carretas.
Las costas atlánticas son recortadas y profundas al norte del cabo Hatteras (Estados Unidos), en Venezuela y la Patagonia, y arenosas y rectilíneas en las demás regiones.
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