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Las fuerzas conservadoras, en contacto con el fascismo italiano y el emergente nazismo alemán, comenzaron a preparar un golpe de estado.
La guerra civil. El 17 de julio de 1936 se sublevó el ejército colonial de Marruecos. En los días posteriores, el levantamiento militar triunfó en Castilla la Vieja, Navarra, Galicia, Sevilla, Zaragoza, Mallorca y las islas Canarias. El gobierno republicano se consolidó, sin embargo, en las mayores ciudades y en las regiones más pobladas e industrializadas. El progreso territorial de los sublevados fue inmediato. El 29 de septiembre, Francisco Franco fue designado generalísimo de los ejércitos rebeldes.
En noviembre comenzó la batalla por Madrid. El frente se estabilizó en los arrabales de la ciudad, defendida fieramente por los republicanos. El gobierno, ante el inminente peligro, se trasladó a Valencia. Se crearon las Brigadas Internacionales, integradas por voluntarios que acudieron de numerosos países a defender la república, mientras la Italia fascista enviaba cuerpos de ejército enteros al bando rebelde y la aviación alemana ensayaba en Guernica, en abril de 1937, por primera vez en la historia, el bombardeo aéreo de saturación sobre una ciudad. La Unión Soviética y, en menor medida, México prestaron su apoyo al gobierno republicano.
Una vez conquistada la aislada zona septentrional de la república, las tropas de Franco presionaron por el bajo Aragón hasta llegar al Mediterráneo, cortando en dos la zona republicana.
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