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Poco antes de la segunda guerra mundial se produjo un ascenso, pero a mediados de la década de 1960 comenzó a descender de nuevo, hasta el punto de que, avanzada la década de 1980, la tasa de natalidad era similar a la de mortalidad, que se mantenía casi constante próxima al 12 por mil. La esperanza de vida al nacer, 74 años de media al comenzar esa década, era una de las más altas del mundo.
La población británica, en las postrimerías del siglo XX, era fundamentalmente madura, es decir, que los grupos de edades medias son más numerosos.
Movimientos migratorios. Durante muchas generaciones, el Reino Unido ha constituido una importante fuente migratoria. Desde principios del siglo XX, varios millones de británicos emigraron a los Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica principalmente, en un movimiento migratorio continuado. A partir de la década de 1930 se reforzó una corriente inmigratoria al Reino Unido, integrada principalmente por británicos que regresaban de los dominios y colonias, pero también por europeos procedentes de la Europa central, Italia, Irlanda y otros países. En los últimos años de la década de 1950 y los primeros de la de 1960 se produjo una entrada considerable de inmigrantes de color, procedentes de las Indias occidentales, Pakistán, la India y otros países, que fue sentida como una verdadera "invasión" por parte de muchos británicos; como consecuencia fueron aprobadas leyes fuertemente restrictivas con respecto a la inmigración.
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