ALFONSO I EL BATALLADOR - pág.2

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), su afán de lucha lo llevó a cruzar los Pirineos y apoderarse de Bayona, pero tuvo que retornar a España para enfrentarse a varios emires coligados que avanzaban sobre sus estados. Ambos ejércitos se encontraron en Fraga (1134), donde los cristianos fueron derrotados. Según la leyenda, Alfonso I, incapaz de aceptar esta derrota, acometió al ejército enemigo con sólo 500 caballeros y fue gravemente herido en combate. Dos meses después, en septiembre de ese mismo año, el rey se retiró a Poleñino, aldea de la provincia de Huesca, donde murió. Alfonso I legó sus reinos a las órdenes de los templarios y los hospitalarios, que rechazaron la donación. El reino de Aragón pasó a manos de Ramiro II y el de Navarra a García Ramírez.