CARLOS X DE FRANCIA

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El reinado de Carlos X, que abarcó el período comprendido entre 1824 y 1830, representó el fracaso de la restaurada dinastía de los Borbones en Francia. Fue imposible reconciliar la tradición de la monarquía de derecho divino con el espíritu democrático surgido en los albores de la revolución francesa. Carlos X de Francia era hijo del delfín (heredero) Luis, que no llegó a reinar, y de María Josefa de Sajonia. Nació el 9 de octubre de 1757 en Versalles y recibió el título de conde de Artois, con el que enseguida se hizo famoso a causa de su escandalosa vida en la corte. Posteriormente, Carlos se interesó en los asuntos políticos y asumió una actitud claramente conservadora. El estallido de la revolución francesa en 1789, que lo obligó a exiliarse de su país, radicalizó su postura. Tras la muerte, en 1824, de su hermano Luis XVIII, que había restaurado la monarquía borbónica en Francia, se convirtió en el rey Carlos X. Su gobierno, caracterizado por una vuelta al antiguo régimen, le acarreó enorme impopularidad. En marzo de 1830 se inició el conflicto con la Asamblea, que se oponía a la designación por el rey de Auguste Polignac como primer ministro. La revolución de julio de 1830 obligó al rey a abdicar. Carlos X marchó primero al Reino Unido, para trasladarse después a Praga y a Gorizia, Italia, donde falleció el 6 de noviembre de 1836.