ESTUARDO, MARÍA

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La habilidad política, la belleza y el encanto personal se fundieron en la reina escocesa María Estuardo, cuyo trágico destino envuelve en un halo romántico y sugestivo su figura histórica. María Estuardo nació el 8 de diciembre de 1542 en el palacio de Linlithgow, Lothian, Escocia. Era hija única de Jacobo V, que había muerto cuando ella tenía tan solo seis días de vida. A los cinco años fue enviada a la corte francesa, donde contrajo matrimonio en 1558 con Francisco, primogénito de Enrique II de Francia. En 1558, tras la coronación de Isabel I, hija de Enrique VIII y de Ana Bolena, como reina de Inglaterra, María manifestó sus derechos como pretendiente al trono inglés, alegando su sangre Tudor (era nieta de una hermana de Enrique VIII). En 1560 murió su esposo, el rey Francisco II de Francia, y al año siguiente la reina regresó a Escocia. Ayudada por su hermanastro Lord Jacobo Estuardo, María I gobernó con prudencia y, a pesar de ser católica, logró la adhesión de los nobles protestantes moderados. Fue el segundo matrimonio de María en 1565 con su primo, Enrique Estuardo, Lord Darnley, lo que desencadenó los acontecimientos que culminarían con la muerte de la reina. La pareja tuvo un hijo, el futuro Jacobo VI, pero se distanció pronto.