FRANCISCO JOSÉ I, EMPERADOR

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La vida del emperador Francisco José I de Austria-Hungría, imperio cuyos destinos manejó durante 68 años, estuvo marcada por la desgracia familiar: su hermano Maximiliano fue fusilado en México en 1867; su único hijo, el archiduque Rodolfo, se suicidó en 1889; su esposa, Isabel de Baviera, fue asesinada en Ginebra en 1898 e igual suerte corrió su sobrino y heredero, el archiduque Francisco Fernando, cuya muerte acaecida en Sarajevo en 1914 desencadenaría la primera guerra mundial. Francisco José nació en las afueras de Viena el 18 de agosto de 1830. Fue educado como heredero del trono, al no tener sucesión su tío, Fernando I. Tras la abdicación de éste, Francisco José fue proclamado emperador en 1848. Casó en 1854 con la duquesa Isabel de Baviera, que ejerció una profunda influencia sobre él. El emperador sintió siempre un amor profundo por su esposa, a pesar de que sus mutuas relaciones fueran en ocasiones tempestuosas. La primera década del reinado de Francisco José I se distinguió por una política interna de carácter absolutista, que terminó en 1859 con la derrota de Austria a manos de los ejércitos de Francia y del Piamonte. A este último país hubo de ceder Austria el territorio de Lombardía en la paz de Villafranca. Las reivindicaciones nacionales de determinadas regiones del imperio austro-húngaro lo llevaron a dotar a los estados del mismo de nuevas y menos opresoras instituciones.