MEXICANO-ESTADOUNIDENSE, GUERRA

Indice General | Enciclopedia de Historia

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La anexión por parte de los Estados Unidos del territorio de Texas, convertido en república independiente en 1837, fue la causa detonante de la guerra mexicano-estadounidense, que supuso para México la pérdida de casi la mitad de su anterior territorio. La guerra mexicano-estadounidense, que se desarrolló entre 1846 y 1848, constituyó un eslabón de la cadena de acontecimientos que llevó a los Estados Unidos a transformarse, en la segunda mitad del XIX, en una gran potencia mundial. Lo que en un principio fue un simple problema fronterizo, acabó derivando en un conflicto bélico directo entre dos países vecinos, México y los Estados Unidos. La cuestión de Texas La presencia de los Estados Unidos cerca de las fronteras mexicanas se remontaba a la compra de Luisiana a principios del siglo XIX. Desde 1819, diversos grupos de colonos estadounidenses, encabezados por Moses Austin, comenzaron a instalarse en Texas. Hacia 1830 se habrían establecido unos diez mil colonos, cada vez más insatisfechos con el gobierno mexicano, lo que provocó la aparición de un movimiento independentista. Cuando en 1835 el general Antonio López de Santa Anna estableció en México un régimen centralista, los colonos se sublevaron y expulsaron a las tropas de la guarnición de San Antonio de Béjar. Al año siguiente, Santa Anna derrotó a los sublevados en El Álamo, pero fue vencido en el río San Jacinto por Sam Houston.