VIRIATO

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La figura del caudillo lusitano Viriato constituye el símbolo de la resistencia de los pueblos ibéricos contra la dominación romana en el siglo II a.C. Nacido en los montes de Mons Herminius, posterior sierra de la Estrella, Portugal, donde creció dedicado a la caza y al pastoreo, Viriato logró escapar a la matanza de lusitanos efectuada por el pretor Galba en el 151 a.C. y se convirtió en caudillo de su pueblo, al que disuadió de aceptar la capitulación ofrecida por Roma. Gracias a su conocimiento del terreno y a su hábil empleo de la táctica de guerrillas, logró tender una emboscada al ejército romano en la serranía de Ronda e infligirle una gran derrota que le dio el dominio de la Hispania Ulterior. Poco después se dirigió hacia el norte y penetró en la Hispania Citerior, en la que ocupó varias ciudades e incitó a la revuelta a los celtíberos. Ante los repetidos fracasos de sus tropas, el Senado romano decidió retirar el mando de las operaciones a los pretores, o gobernadores ordinarios, y confiárselo a cónsules al mando de un mayor contingente militar. Su derrota en el 146 en Baikor (posiblemente Bailén) obligó a Viriato a retirarse hacia el sur, pero tras el estallido en el 143 de la rebelión celtibérica conocida como guerra de Numancia asentó su dominio sobre Lusitania y ese mismo año firmó un tratado de paz con Roma en calidad de rey de los lusitanos.