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Indice General | Enciclopedia de Industria e ingenierí­a

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Estas perforaciones son complementadas por pozos o túneles. Sobre las maquetas se efectúan a continuación ensayos de diseños estructurales, sísmicos e hidráulicos. Los materiales de los dos embalses básicos, hormigón y tierra o relleno de rocas, presentan diversos inconvenientes y puntos débiles que hay que valorar en cada caso. El hormigón, por ejemplo, no es muy resistente ante fuerzas de tensión, es decir, que puede ser fragmentado fácilmente. En consecuencia, los embalses de hormigón han de ubicarse en lugares de mínima tensión o estiramiento, ejerciendo fuerzas compresivas sobre el material o habilitándolo para soportar cargas verticales. Otro inconveniente viene dado por el hecho de que el principal componente del hormigón, el cemento, se contrae como si se fijase y endureciese debido a la absorción hídrica en la estructura cristalina, a la evaporación de agua en la atmósfera o al calentamiento debido a las altas temperaturas alcanzadas cuando las reacciones químicas en el cemento aumentan progresivamente durante la hidratación. Esta contracción del hormigón puede dar lugar a graves problemas de agrietamiento. Así pues, han de emplearse bloques separados de altura limitada con brechas que permitan la pérdida de calor y el nuevo relleno. Es también importante la resistencia que opongan el cemento y el hormigón al deterioro ambiental y a los agentes físicos y químicos externos al embalse.