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Indice General | Enciclopedia de Milicia

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Componentes de un cañón Una pieza de artillería consta de los conjuntos funcionales siguientes: boca de fuego, montaje, sistema de tracción y elementos de puntería. La boca de fuego es el elemento fundamental del cañón. En su interior, el tubo o ánima se encuentra rayado y en su parte posterior, denominada bloque de culata, se aloja el cierre, que puede ser de cuna con movimiento de apertura transversal o de tornillo con apertura por rotación. Este mecanismo contiene los dispositivos de disparo los seguros y los medios de extracción y expulsión de la vaina. El tubo tiene un perfil con varios cuerpos y en la parte anterior puede presentar un freno de boca para disminuir el retroceso. El montaje constituye el enlace de la boca de fuego con el terreno. Incluye un órgano elástico que devuelve el tubo a su posición inicial y detiene su retroceso tras el disparo. Los órganos de puntería proporcionan movimientos de elevación, dirección y ángulo de tiro; los de tracción, por su parte, pueden ser motorizados o autopropulsados, según que la pieza deba ser remolcada o disponga de impulso propio. Modernamente, los cañones y obuses se diferencian en que los primeros pueden emplearse contra carros de combate y en fuego antiaéreo mientras que los obuses no alcanzan tal potencia.