Cohete misil y proyectil - pág.5
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Enciclopedia de Milicia
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Si no existen fuerzas que actúen sobre el cuerpo, la ley de conservación del momento lineal establece la relación siguiente: peso del cohete x incremento de velocidad + peso del combustible quemado x velocidad de salida de los gases = cero.
Dado que la energía cinética del chorro del cohete proviene de la conversión de la energía química en la combustión, es deseable un alto rendimiento de energía termoquímica por unidad de peso de propelente, aunque en la realidad sólo se logra entre un 40 y un 70 %. Mediante una adecuada disposición de las toberas (orificios de escape), el cohete es empujado por el efecto retropropulsor de las partículas de gases quemados.
Los motores de combustible sólido son sencillos; el propelente es una mezcla de hidrocarburo y oxidante. Los de combustibles líquidos son complicados y precisan depósitos de combustible y oxidante, cámara de combustión, inyectores, refrigeradores, etc.; el combustible puede ser hidrógeno, oxígeno líquido, hidrocarburos u otros.
Los proyectiles-cohete siguen una trayectoria balística que depende de unos parámetros previamente establecidos. Una vez fuera de su lanzador el cohete continúa impulsado por la carga de propulsión hasta que se consume, momento en que pasa a una trayectoria balística pura, es decir, sin correcciones.
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