Guerra - pág.22

Indice General | Enciclopedia de Milicia

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El derecho a la guerra dio origen a distinciones entre causas justas e injustas, que se remontan a la edad media; sin embargo hasta 1919, con el estatuto de la Sociedad de Naciones, no se formalizó una prohibición al uso de la fuerza para resolver los conflictos. El pacto Briand-Kellogg en 1928 y la Carta de las Naciones Unidas en 1945 establecieron la renuncia de las naciones firmantes al uso de la fuerza en las relaciones internacionales. Si bien muchas de las normas pertenecen al más antiguo derecho de gentes, en su forma moderna las disposiciones jurídicas bélicas provienen de hechos y experiencias del siglo XIX, que desde entonces fueron sucesivamente codificadas, en especial por distintas convenciones de Ginebra y La Haya. Aspectos importantes son la exigencia de la declaración de guerra, los efectos sobre la población civil, las relaciones no hostiles entre beligerantes, la regulación del fin de la guerra y el castigo de los crímenes de guerra. El derecho humanitario bélico, dentro del ius in bello, incluye las leyes que persiguen fundamentalmente la protección de las víctimas de la guerra, recogidas en las convenciones de Ginebra de 1949 y en los protocolos adicionales de 1977.