Marina de guerra - pág.9

Indice General | Enciclopedia de Milicia

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La guerra naval contra las líneas de comunicación y la logística alcanzaban gran eficacia, al tiempo que la lucha antisubmarina exigió buques y portaaviones de escolta de los convoyes. Se construyeron cruceros antiaéreos, además de los ligeros y pesados, y los dragaminas -buques de pequeño calado dedicados a la detección y levantamiento de campos minados- se convirtieron en indispensables, tanto para ataque como para defensa. Al adquirir valor operativo las operaciones anfibias, como la estadounidense en la isla de Okinawa en la que participaron 1.500 buques, se desarrollaron las lanchas de desembarco. La marina de guerra moderna La propulsión nuclear, el empleo de misiles balísticos con cabeza nuclear, los misiles guiados y los satélites artificiales para ayuda de la navegación son los principales avances tecnológicos que hicieron evolucionar a las armadas tras la segunda guerra mundial. El rápido desarrollo de los reactores navales exigió que las cubiertas de los portaaviones se hicieran más robustas y de mayores dimensiones. Se han diferenciado además portaaeronaves antisubmarinos con aviones de ala fija y helicópteros y otros que intervienen en el ataque a costas enemigas, colaborando con sus helicópteros y aviones de despegue vertical en operaciones anfibias. Los cruceros armados exclusivamente con cañón tienden a desaparecer por su vulnerabilidad; no obstante, existen cruceros ligeros como el soviético del modelo Krestas, que porta misiles y tiene un desplazamiento inferior a siete mil toneladas.