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Indice General | Enciclopedia de Música y danza

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Entre las muchas grandes estrellas de la danza de los Ballets Rusos brillaron con luz propia Anna Pavlova y Tamara Karsavina. Cuando la compañía se dispersó en 1929, al morir Diaghilev, sus componentes pasaron a formar parte de las principales compañías de todo el mundo. Uno de ellos, George Balanchine, ruso nacionalizado estadounidense, fundó en 1948 el New York City Ballet, máximo exponente del llamado "ballet neoclásico". En los Estados Unidos, Martha Graham inició a partir de 1929 un nuevo estilo muy personal en el que predominaban la libertad y la improvisación, sobre composiciones musicales modernas, tendencia que supondría una aportación esencial para el ballet contemporáneo. En el transcurso del siglo XX la mayoría de los países europeos y americanos establecieron sus propias compañías y, al mismo tiempo que se mantenía la tradición clásica con figuras de la danza como la británica Margot Fonteyn, los soviéticos Rudolf Nureyev -que se nacionalizaría británico-, Galina Ulanova y Maia Plisiétskaia, y la cubana Alicia Alonso, se desarrolló un movimiento vanguardista en el que las artes plásticas y la psicología desempeñaron importante papel. Cabe citar en este sentido a Merce Cunningham y Ann Halpin en los Estados Unidos y al francés Maurice Béjart, fundador del Ballet du XXe Siècle de Bruselas. Las danzas y ritmos tradicionales fueron otro motivo de inspiración para los coreógrafos.