MUSICALES, FORMAS - pág.7

Indice General | Enciclopedia de Música y danza

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Por su parte, la estructura general de la ópera clásica y moderna consta de tres actos divididos en varios cuadros, cada uno de los cuales suele constar de un diálogo musical entre dos o más personajes llamado recitativo y un solo o aria que constituye una explicación del anterior. Durante el siglo XIX se extendió la costumbre de incluir en las obras aportaciones de grandes coros y ballets. Misas y motetes. La música litúrgica halla en la misa una de sus culminaciones formales y expresivas. Dividida en secciones paralelas al ceremonial católico, adoptó en la época barroca una forma característica que oscilaba entre tres estilos: el cantus firmus sobre la voz de tenor; la paráfrasis, basada en modelos monofónicos o a una sola voz desarrollados con técnicas imitativas; y la parodia, de ejecución polifónica, que se impuso sobre las anteriores y amplió con el transcurso del tiempo sus posibilidades estróficas y armónicas. Por cuanto se refiere a la forma de motete, su desarrollo se aproximó al de la misa paródica y contempló en su período moderno dos partes independientes. Aportaciones del siglo XX. Los nuevos conceptos de la música del siglo XX revolucionaron las definiciones escolásticas de melodía, armonía y ritmo. La disolución de la melodía tradicional, ya iniciada en la segunda mitad del siglo XIX con los avances técnicos introducidos por Richard Wagner y otros compositores, y la aparición de técnicas dodecafónicas a través de sucesiones y series armónicas de espíritu abstracto y matemático, eliminaron la concepción clásica de armonía tonal e influyeron decisivamente en la elaboración de nuevas formas musicales.